- Los árboles que son plantados cada año requieren de tres años de cuidado sostenido.
- Los hondureños que deseen reforestar áreas cercanas a sus comunidades deben de realizar una investigación previa, para conocer que especie es la adecuada y apta para ese ecosistema.
Tegucigalpa, 18 de junio de 2020. Unas 3,200 hectáreas de bosque del país, son reforestadas cada año con ayuda de la fuerza militar.
Para cumplir la misión de proteger y salvaguardar la naturaleza, las Fuerzas Armadas de Honduras disponen de 160 destacamentos militares ubicados en puntos estratégicos del país.
Este año, las áreas afectadas por los incendios forestales, y el gorgojo descortezador del pino son prioridad para las plantaciones de árboles.
En estos espacios se sembrarán 2.5 millones de plantas, de diferentes especies, provenientes de los cinco megaviveros del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistema y Ambiente C-9, además de los 60 viveros que son producidos por cada fuerza militar.
«En apoyo a la población hondureña, contamos con cinco oficiales capacitados como ingenieros forestales, a ellos se les encomienda la tarea de evaluar los terrenos a restaurar. Además, tenemos cuatro ingenieros forestales civiles y tres biólogos”, dijo el comandante del C9, Juan Ramón Hernández Campos.
Mecanismos de recuperación del bosque
La regeneración natural y la reforestación son dos mecanismos a través de los cuales se puede recuperar el bosque cada año.
En cuanto a la regeneración natural es de vital importancia que la época de invierno sea ampliamente lluviosa, además de vigilar el proceso de crecimiento de las plantas que germinarán.
El cuidado también incluye a los árboles que son generados en los viveros y que luego son plantados a través de jornadas de reforestación.
«No solo es ir a sembrar una planta en un área boscosa requiere de seguimiento, protección con rondas y manejo de plagas y enfermedades”, detalló Karla Castillo, encargada del mega vivero del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistema y Ambiente C-9, en El Ocotal.
Castillo, recomendó a los hondureños que deseen reforestar las áreas cercanas a sus comunidades que realicen primero una investigación y observación del terreno ya que no se puede sembrar bosque latifoliado en una zona que requiera pino ocote.
Importancia de la regeneración natural
La restauración natural es la más efectiva, ya que la semilla llega directamente al suelo, dijo Castillo, no obstante, se debe realizar la vigilancia a través de un buen manejo forestal para que las plantas crezcan sin problemas.
“Los lugares más aptos para reforestar son aquellos que han sido afectados por la tala ilegal, agricultura migratoria, incendios forestales y gorgojo descortezador del pino”, añadió.
Aporte comunitario
El cuidado de las áreas reforestadas debe ejecutarse de manera sostenida por espacio de tres años como mínimo.
Efraín Gonzáles, un campesino que reside en el oriente del país, cada año se involucra en la reforestación de las áreas verdes de su comunidad.
Gonzales, dijo sentirse contento porque cada árbol que cuida y vigila es una oportunidad de vida no solo para el sino para todos sus vecinos.
“Con un arbolito que nos comprometamos a cuidar estamos haciendo la diferencia, no destruyamos lo que Dios nos da. Somos ricos, pero no lo vemos, invito a los hondureños para que no talen e incendien los pocos bosques que tenemos”, expresó.
SÍGUENOS:
#SEDENAHN
【F】 https://www.facebook.com/sedenahonduras/
【W】 https://sedena.gob.hn
【T】 https://twitter.com/sedenah
【Y】 https://www.youtube.com/c/SEDENAHN
【I】 https://www.instagram.com/sedenahn/